Los productos de limpieza pueden contener químicos peligrosos, por lo que su manipulación debe realizarse con precauciones que eviten accidentes. Algunos de esos componentes químicos pueden ser abrasivos y altamente irritantes por lo que a la hora de usarlos. Sobre todo hay que extremar el cuidado al utilizar con seguridad los productos de limpieza de mayor concentración de químicos de alto nivel desinfectante como el amoníaco NH3.
Lo primero que debemos tener en cuenta es el uso de ropa adecuada. Deben ser prendas de material resistente y que cuenten con textiles influidos. No sirve cualquier y menos la de estar por casa. Hay que cerciorarse de cubrir adecuadamente toda la piel por si surge una salpicadura. A ello se añade un delantal y zapatos cerrados que eviten riesgos para nuestros pies.
Hay una serie de elementos de seguridad que hemos de usar. Para los ojos unas gafas de protección. Para las manos unos guantes que eviten agresiones en la piel. El torso debe estar cubierto por completo por un delantal adecuado que esté fabricado en la resistencia pertinente e incluya permeabilidad.
Una vez preparados hay que recordar que no se debe usar agua caliente, que el producto debe volcarse antes que el agua para evitar salpicaduras y que la dosificación debe ser correcta para evitar desperdicios y reacciones inadecuadas. Cuidado con mezclar alegremente los productos porque en numerosas ocasiones un error o desconocimiento lleva a una conjunción que puede producirnos graves consecuencias.