La limpieza de grafitis en nuestras ciudades se ha convertido en un verdadero problema para las instituciones que velan por la limpieza de edificios y monumentos. Para eliminar estas pintadas de nuestro entorno urbano se utilizan diversas técnicas que en manos de profesionales consiguen borrar estas acciones de la imagen de las ciudades.
Lo primero que un técnico hace antes de proceder a la limpieza de la pintada es identificar el tipo de superficie en la que está realizado el graffiti. Dependiendo de que sea ladrillo, piedra, hormigón o aluminios, y de si son lisas o rugosas, será necesario un tipo de limpieza. A continuación, veremos si es pintura en aerosol o son otro tipo de productos, para afinar el método de eliminación, aspecto clave para conseguir una óptima supresión de la pintada. Pueden estar realizados con spray de pintura o rotuladores de fluorhídrico lo que influirá en los productos a utilizar para su limpieza. Si no se usan con precaución y se selecciona el adecuado puede causar más daños en la pared. Tras quitar el graffiti se aplica una capa protectora para evitar que se dañe de nuevo la superficie. En algunas cristaleras se usa una lámina de protección especial para que las pintadas no le afecten y puedan retirarse con facilidad. Hay que tener en cuenta que el rotulador de ácido fluorhídrico puede dañar el cristal permanentemente.
Se pueden eliminar los graffitis proyectando bicarbonato sódico, de una manera respetuosa con el medio ambiente. Se suele usar en ladrillo, piedra, cemento, madera o plástico. La técnica más antigua es la aplicación de una capa de pintura encima. Esto no es viable en los cristales y no todas las superficies lo permiten. El decapante es otra opción usual ya que es un producto de gran fuerza que corroe la pintura para eliminar el grafiti. Hay que tener cuidado pues los compuestos químicos pueden reaccionar de manera diferente según el material. También los disolventes son usados en esta limpieza, que solo es efectiva en superficies no pintadas, como la piedra, y que no sean muy delicadas. También se usa el lavado a presión que utiliza agua con un disolvente específico. Por último, señalaremos la máquina hidrolimpiadora: aplica con la brocha el producto disolvente que se disuelve en 60 minutos aclarándose después con agua caliente.
